domingo, 7 de diciembre de 2008

Un encuentro

Ayer me encontré con un hombre
yo estaba en medio de la vía
Él se acercó, me ayudó a levantarme,
me subió a su transporte.

Hoy me he despertado entre sábanas blancas y limpias
como hacía tiempo no veía
no sé como he llegado acá, pero al salir
me dijeron que todo estaba pagado.

Quien eres Samatirano
que mis heridas has curado
y has pagado el precio de mi vida...

viernes, 7 de noviembre de 2008

Poema 8

El hombre no sólo es un ser arrojado (Dasein)
sino que viene a la existencia por una llamada
de ahí que el sentido de su vida dependa
de la correcta respuesta a esa llamada amorosa

Poema 7

Es tal la menesterosidad del hombre
que no sólo quiere
sino que se exige a sí mismo
encontrar quien lo redima

jueves, 6 de noviembre de 2008

Pomea 6

El Ser Supremo es una presencia
capaz de colmar toda la inquietud del hombre
siempre y cuando este le preste mucha atención
esta actitud exige recogimiento y produce sobrecogimiento

Poema 5

El ser humano al preguntarse por sí mismo
no se puede explicar, se desborda a sí mismo
pero siente una inquietud ineludible por encontrarse con "Aquello"
que le permite hallarse, mirarse traslúcidamente
y adquirir su pleno desarrollo y su definitivo amparo.

lunes, 4 de agosto de 2008

Poema 4

La lucha justa te vuelve valioso,
la muerte en la lucha te vuelve eterno

martes, 15 de julio de 2008

Poema 3

Cuando se ama, no hay cansancio;
Si lo hay, se ama al cansancio.

lunes, 30 de junio de 2008

Poema 2

Te vi un día y quise caminar detrás de ti
y comencé a andar
Hay en medio de caídas, intencionales y casuales
Ya no camino más...
...He comenzado a correr.

Poema 1

Me levantaré y correré
Correré, nadaré, volaré si es posible
Por alcanzar ese Sol que brilla en el horizonte.

viernes, 11 de abril de 2008

Caída del Cielo

Fresca y pura has caído del cielo
Para fecundar el árido desierto
Para hacer producir al verde campo.

Ya veo brotar las flores en invierno
Los campos ponen sus alfombra en otoño
La primavera es una fiesta de color
El verano fresco por tu presencia

Rocío matinal, mojas la cabeza del peregrino
Que muy temprano ha comenzado su camino
Y no se detendrá hasta la tercia ver andar.

Llovizna de medio día, refrescas al caminante
Que en esta mañana no se ha detenido
Sino que sigue su camino, más feliz, no vacilante
Y no se detendrá hasta las vísperas ver pasar.

Lluvia de la tarde, empapado me has dejado
No te vayas de mi lado, déjame así mojado
Que tu agua penetre mis entrañas
Y no me detendré hasta la noche ver llegar.

Agua caída del cielo, la tierra árida has fructificado
No se encoje el corazón del campesino al ver su cosecha
Lleva el pastor a su rebaño a las riveras de tu río
Donde el pasto es más fresco, y se bebe sin resfrío.

Quien se topara contigo en domingo caluroso
Refresca su vida, recibe tu aliento
Para andar por praderas oscuras, por valles sinuosos
Pues Tú, “agua viva” lo sostienes.

Alcanzarte Sol de mi horizonte

Me levantaré y correré
Correré, nadaré, volaré si es posible
Por alcanzar ese Sol que brilla en el horizonte.

Sol alto y cercano, por el que dejaría casa, padres, familia, amigos
Por el que me enfrento al animal salvaje
A todo el mundo su es posible y necesario.

Oh Sol Dorado, primicia del Nuevo Día
Eres el Primero y Último en el firmamento
Y aunque oculto para que siempre estas ahí
Esperando que te busque, esperando que espere
Para calentar mi muchas veces tibio corazón.

Calienta hasta mis entrañas, calor del centro de la tierra,
Para que crezca mi ardor de amor,
Para que me queme el corazón y me levante,
Corra, nade, vuele si es posible,
Con tal de alcanzarte oh Sol que brilla alumbras horizonte.

En otoño ya no caen las hojas

Hace un año te veía, alfombra marrón
Otoño, las hojas caían por tu causa y lo verde ya no se veía
El cielo se volvió gris, invierno ya llegaste,
Frío y tristeza, nadie quiere salir.
Y aunque tembloroso, el corazón no sucumbe
Pero volviste a florecer, aunque no como de costumbre,
Primavera otoñal, ya no eras la de antes.

Y volvió el astro rey, más brillante que nunca
Calentando el corazón, que temeroso se enfrió

Ya te acercas otoño, y las hojas ya no caerán
Porque he conocido la savia que las hace madurar
Verdes se mantendrán por siempre los árboles frutales
Y frutos sabrosos aprenderán a dar.

En otoño ya no caerán las hojas, no se verá más la alfombra oscura
Todo brillará con el verde de la esperanza,
Todo cantará porque las flores no se secan más
Las mariposas y las aves no tendrán que emigrarJunto a nosotros se quedarán, para vernos retozar.

viernes, 11 de enero de 2008

¿Hay que leer de "todo"?


Hace unas semanas conversaba con unos amigos sobre la tendencia de nuestro tiempo de querer conocer “todo” y luego escoger lo que más nos guste, una tendencia integrista, ecléctica. Dentro de este radio de querer conocer “todo”, se justifica que en una universidad que pretende ser coherente con la doctrina que enseña nuestra Madre la Iglesia, se enseñe dentro del curso de literatura con tanta pasión como se enseñaría la Suma Teológica en filosofía, a autores como Brice, Bayly, o textos como la Ñacatita, el Arte del Buen Amar, entre otros.

Es acaso necesario leer con lujos de detalles pasajes de libros donde se denigra la dignidad de las personas, donde se reduce la sexualidad a la sensualidad o al sexo, con la falsa idea de que “hay que estar enterados de todo”, “hay que conocer todo”, y que cada uno elija, y mientras tanto vamos viendo como normal o natural algo que es todo lo contrario.

Pero en este sentido hay un punto que me parece muy interesante y es el a qué se refieren cuando señalan que “hay que conocer todo”, qué es ese “todo”, que parece tan misterioso y que abarca un sin número de posibilidades. Si con “todo” se hace referencia a una totalidad del mundo, de sus leyes, verdades puestas por Dios en ellas y que le toca al hombre descubrirlas e irlas explicando a la luz de la Revelación, para poder responder al Plan de Amor y al mandato de “someted la tierra”.

Si con “todo” nos referimos a todos los aspectos de la vida del hombre, teniendo en cuenta que es una unidad con triple dimensión (biológica, psicológica y espiritual), es decir a su ser hombre corporal, incluyendo su desarrollo corporal, sus relaciones interpersonales, sus gestos, etc. Su ser hombre psicológico, donde se manifiestan sus sentimientos, anhelos, miedos, angustias, esperanza. Y finalmente su ser hombre espiritual, donde se “encuentra” su anhelo de trascendencia, su esperanza de participar del amor de la Trinidad, de de ver el rostro de Dios.

Si es a esto a lo que nos referimos cuando decimos “todo”, pues entonces no habría ninguna objeción, ninguna dificultad de interpretación; sin embargo al referirse a “todo” las personas caen en una equivocidad pues la palabra “todo” se presenta como ambigua y se puede entender de más de una manera. Y lo más común es que las personas no se refieran a lo antes referido cuando dice “todo”, sino que lo que intentan expresar es que debemos dejarnos influir por las tendencias, ideas, realidades, manifestaciones del mundo
[1]. Quieren que temporicemos con el mundo, que no “estemos del mundo sin ser del mundo” sino que seamos del mundo, incluso, sin estar en él.

Eso por eso que cuando se comienza a hablar con criterios del mundo, con frase, palabras o se utilizan gestos del mundo, se siente como siente el mundo, nadie puede oponerse porque de inmediato decimos que “debemos saber todo” y si se insiste en usar criterio, sentimientos, palabras y gestos cristianos, evangélicos, se le llama intolerante, fundamentalista, ultra-conservador. Me pregunto quien es más intolerante, el que plantea una posibilidad distinta o aquel que no deja que se le plantee esta posibilidad, que se le amplíe el horizonte, que se le “ensanche la mente”.

Para ser más concreto con lo dicho me referiré a un de ejemplo. Estaba un compañero en su clase de literatura y la “profesora” saca un texto y lo reparte entre todos los alumnos, es de un libro de Brice. El texto narra la historia de un joven que va a tener relaciones sexuales por primera vez y va a un prostíbulo y se narra con lujo de detalles lo que pasa en ese momento. Entonces mi compañero se siente ofendido por las palabras utilizadas por el autor y para colmo se le invita a leer la parte de la escena de sexo. Indignado por la bajedad de las frases, protesta y dice que no le parece necesario leer ese texto, a lo que la “profesora” dice: “que tiene de malo, hay que leer de todo” y las demás alumnas (todas las demás eran mujeres) están de acuerdo con la “profesora”.

Ahora me pregunto, es cierta la proposición de la “profesora”, es necesario leer “de todo” para saber si un autor es bueno o malo, para conocer realidades tan profundas e íntimas como son la sexualidad y que con este tipo de actitudes se la rebaja al nivel más animal. Acaso es necesario probar excremento para saber que es malo y de mal sabor. Entonces porque tendríamos que leer o ver o hacer ciertas cosas para saber como es “la realidad”. Para estar preparados dicen, tontería más grande, desfachatez y excusas.

Pero claro, quién podría cuestionar algo que vive, sería como cuestionarse a si mismo, y como es más sencillo no vivir cristianamente, entonces se dejan arrastrar por la corriente del mundo. Comienzan a sentir como el mundo, a consentirse deseos desordenados, a dejarse llevar por sus pasiones, gustos y disgustos. Se comienza actuar como el mundo, a pensar y actuar como el mundo.

¿Qué hacer ante esta realidad que es innegable?, no nos toca ser los jueces implacables de todos, pero si los hermanos caritativos que vemos a nuestros hermanos vivir de espaldas a Dios y como consecuencia de espaldas a si mismo, a los demás y a la realidad creada.
[1] En todo este artículo cuando diga mundo me referiré a la mundanidad.