Nunca hasta hoy te sentí tan mía
Tan elegante y altanera
Dos años pasaron para volver a verte
Y cada día, sin temor, intentar tocarte.
Estar a tu lado oh, hermosa mía,
Qué derroche de alegría,
Verte al llegar en la mañana
Verte iluminada al caer la tarde.
Hoy me alejo de tu lado,
Y tengo miedo olvidarte
Y tengo miedo me olvides
Cierro los ojos para que no se me escape tu recuerdo
Y te extraño y me duermo.
Pero no es un adiós, sino un hasta luego
Porque nunca hasta hoy te sentí tan mía.
Elegante y altanera,
Mi dulce Lima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario