Aguarda el día sin ocaso
en que te has de levantar
de tu sueño que parece eterno
para volver a correr por días sin término.
Entonces vendrá tu hermana sin la cual no serías tú
que ahora eleva los brazos y corre presurosa
al encuentro de su Amado
del cual un día salió.
Así, al escuchar las trompetas te levantarás
porque ha venido a buscarte tu Señor
para darte una nueva vida, por la cual se entregó
entonces gozarás de cielos y tierra nuevas.
Ahora duermes, entonces no tendrás sueño
tu noche se convertirá en día
tu llanto será consolado
entonces vivirás eternamente.
jueves, 5 de febrero de 2009
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