Sublime amor,
no el que es romanticon ni el dulzón,
sino el que es dulce de verdad,
el que no se busca a sí mismo,
sino que busca la felicidad del otro,
que está dispuesto a darlo todo por el otro.
Feliz el amor que reflejo del verdadero Amor,
ese que da la vida sin importarle nada.
miércoles, 25 de febrero de 2009
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